De acuerdo al INEI, el 53,6% de las empresas del Perú son lideradas por mujeres. Este dato revela el importante crecimiento que ellas están teniendo en el mundo empresarial.
En Bsale nos enorgullece poder sumar nuestro granito de arena y ayudar a las emprendedoras a cumplir sus metas. Gracias a ello, hemos podido conocer a grandes mujeres, que nos inspiran con su talento, fortaleza y ganas de seguir adelante. Tal es el caso de Deborah Trapunksy, una joven empresaria que con mucha convicción, esfuerzo y dedicación, ha logrado transformar su pasión en un negocio con gran potencial. En este artículo, te compartimos su historia.
Deborah Trapunsky Epstein es arquitecta y le gusta la filosofía. Sin embargo, si le preguntan cuál es su pasión, lo tiene muy claro: la cocina. Para Deborah, su propósito como ser humano es “conectar a las personas mediante la comida”. Por ello, cuando se le presentó la oportunidad de crear un emprendimiento que la conectara con su pasión, se lanzó sin dudarlo a esta aventura, aunque no formara parte de sus planes iniciales.
“Había terminado la universidad en 2015 y pensaba dedicarme a tiempo completo a la tesis para poder titularme como arquitecta”, cuenta Deborah. En ese entonces, no contaba con que un año más tarde, en diciembre del 2016, daría a luz a su emprendimiento, al cual considera como un hijo que alimenta a diario con amor y esfuerzo.
Deborah confiesa que emprender no fue una decisión que tomó con premeditación, sino que empezó a ocurrir progresivamente. Nunca imaginó que su especialidad culinaria, el jalá (un pan trenzado de origen judío), conquistaría los corazones de tantas personas. Hoy, luego de varios años y más de 90 panes horneados, cuenta con un negocio próspero y una carta variada, que incluye diversos tipos de Jalá, nuditos, scones, karamandukas, entre otros manjares.
Como muchos emprendedores, Deborah ha tenido que superar diversos retos para llegar al éxito. Sin embargo, cree firmemente que “con convicción, esfuerzo y dedicación, uno puede lograr lo que se proponga”.
Deborah considera que las mujeres emprendedoras tienen muchos puntos a favor, como la capacidad para perseverar, esforzarse y tomar riesgos. Su mensaje para ellas es que encuentren su propósito y emprendan en algo relacionado a él. En su caso, en su corazón siempre estuvo la comida y el deseo de compartir con otros. “Es lo que me da el punche y la garra para seguir adelante a pesar de todo el esfuerzo que implica”, señala. Por ello, anima a las emprendedoras a encontrar ese propósito que pueda convertirse en el motor de su inspiración.
Puedes encontrar este emprendimiento en Facebook e Instagram. Y si te encuentras en Lima, puedes visitarlo en Calle Libertadores 256, San Isidro.
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Naomi Yano