Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha que sirve para reflexionar sobre la importancia del agua para la vida de todos los habitantes y sobre la crisis que se avecina ante la posible escasez de este importante recurso. Asimismo, se recuerda que en la actualidad existen millones de personas que no tienen acceso al agua potable.
Esta fecha se celebra desde el año 1993, luego de que fuese proclamada un año antes por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante una conferencia sobre el medio ambiente en Río de Janeiro.
Está claro que la escasez del agua nos afecta a todos, incluyendo a los negocios, independientemente de su tamaño. Por ello, te compartimos algunos datos que debes conocer sobre cómo la falta de agua puede perjudicar a las empresas y cómo podemos contribuir a su cuidado.
Todas las industrias dependen del agua, ya sea de forma directa o indirecta. Por ejemplo, en algunos casos el agua constituye una materia prima o es esencial para las operaciones, como en el caso de la agricultura o la minería. El desabastecimiento de este importante recurso puede llevar a aumentar los costos y afectar severamente las metas de producción.
En otros casos, el agua forma parte de la cadena logística. Cabe señalar que casi dos tercios del consumo de agua está destinado a la producción de insumos para la cadena de suministro. Además, el descenso de los niveles de agua puede interrumpir el transporte fluvial, como ocurrió en el 2018 con unas embarcaciones que no pudieron navegar por el río Rin.
Esta crisis afecta también a los negocios más pequeños, principalmente aquellos que se encuentran en zonas de riesgo. Tal es el caso de los pequeños comercios que se encuentran en zonas de sequía en California, que deben racionar el 20% de lo que queda del agua, luego de que el sector agrario consuma el 80% que le corresponde.
Las interrupciones en la logística también pueden impedir que las pymes reciban mercadería de sus proveedores. Además, estas son vulnerables a los estragos financieros que se generen a partir de la crisis del agua.
Las empresas más grandes deben trabajar con actores locales para evaluar los riesgos e impactos. Mitigar los riesgos de esta posible crisis depende de la combinación de una adecuada concientización y el uso de nuevas tecnologías.
No obstante, más allá de estas acciones a gran escala, todos podemos contribuir al ahorro del agua.
Llevar a cabo inspecciones con regularidad en tu oficina o tienda.
Instalar dispositivos que regulan la salida de agua y ayudan al ahorro de este recurso.
Reparar inodoros y caños en mal estado.
Incentivar a los trabajadores a cuidar el agua
Generar campañas de concientización dirigidas a clientes
Monitorear que se cumplan las regulaciones y normas ambientales relacionadas al uso del agua
Analizar a detalle los procesos de la empresa e identificar oportunidades de ahorro.
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Naomi Yano